El claustro dispone de dos accesos exteriores: La Puerta de la Pietat (siglo XIV) y la Puerta de Santa Eulalia. Es de planta cuadrangular y contiene cuatro galerías que abren al jardín central. Una de estas galerías tiene acceso a la capilla de Santa Llúcia, iglesia románica del siglo XIII que fue conservada por adecuarse al trazado del claustro.

En el día de Corpus Christi su jardín se viste de gala para celebrar el “Ou com Balla” ("el huevo como baila" en Castellano). Esta costumbre consiste en hacer bailar un huevo en el surtidor de la fuente que se adorna con flores y frutas. Esta celebración data de 1636 y se puede ver también en la Casa de la Ardiaca y en el Museo Frederic Mares.

Una curiosidad del claustro es su gran estanque con trece ocas blancas. Hay dos leyendas que se atribuyen: la primera nos cuenta que cuando comenzó la construcción de la catedral, el guardián de las obras vivía acompañado de ocas. Un día unos ladrones irrumpieron y las ocas empezaron a graznar, evitando así el robo. La segunda se debe a la leyenda de Santa Eulália. Durante la época romana Eulalia fue condenada por negarse a renunciar a la fe cristiana y se le aplicaron 13 martirios.

¿Sabías que puedes visitar los coros y el tejado de la Catedral? No es gratuito ¡pero es genial!