Ubicado en Las Ramblas en Barcelona, ha sido desde 1847 el escenario de las más prestigiosas obras realizadas por los mejores cantantes del mundo.

Durante casi dos siglos, ha sido un símbolo y lugar de encuentro del poder catalán, la nobleza y la burguesía. Mientras que los aficionados de las clases sociales menos pudientes compartieron su pasión por la ópera en los pisos superiores conocidos como "gallineros" y que tenía una entrada independiente por la calle de Sant Pau.

El Liceo sufrió dos incendios a lo largo de su historia, que lo destruyeron totalmente. El primero en 1861, que destruyó totalmente la sala y el escenario. Y el segundo incendio en 1994, tras el cual, se reconstruyó respetando su decoración y estilo originales.

El Gran Teatro del Liceo no necesita presentación, las grandiosas operas que acoge hablan por sí mismas.