El edificio fue construido entre 1886 y 1890 y fue en realidad el primer gran proyecto que recibió Antoni Gaudí. Fue construido en el barrio más peligroso de aquellos tiempos, y cerca del burdel de Barcelona más famoso, y eso es porque el Conde Eusebi Güell y Antoni Gaudí intentaban con este palacio cambiarle la mala reputación que tenía el barrio.

A pesar de estar ubicado en una calle muy angosta, Antoni Gaudí diseñó este palacio como un gran palacio: solo para la fachada, ¡Gaudí propuso más de 25 diseños diferentes! La majestuosidad de la entrada de carruajes y caballos dan acceso al interior del palacio y a los establos, ubicados en el sótano. Estos establos son preciosos y les recomendamos visitarlos y experimentar el especial espíritu que aún hoy en día conserva. Puedes acceder a ellos por una rampa en forma de espiral, diseñada también por Gaudí.

Si visitas la terraza - ¡por favor hazlo! - podrás descubrir los primeros pasos que hizo Gaudí en el diseño de sus famosas chimeneas decorativas. Probablemente, el éxito de este palacio le inspiró para continuar y explorar más el concepto de chimenea decorativa en sus trabajos posteriores como por ejemplo La Pedrera y la Casa Batlló.

Un dato especialmente sorprendente de este edificio es que, durante la Guerra Civil Española, fue utilizado como estación de policía… Otra curiosidad es que años más tarde, un millonario americano propuso comprar el palacio a la familia Güell, desmantelarlo piedra a piedra y reconstruirlo al otro lado del océano. Afortunadamente no fue vendido.