En el mismo sitio donde hoy encontramos la Plaza Real, muchos años atrás estaba ubicado el Convento de los Capuchinos de Santa Madrona. Este convento fue uno de los muchos que resultó quemado totalmente durante la rebelión de 1835. Luego de muchos años de debate tras lo ocurrido en la rebelión, finalmente decidieron construir una larga galería alrededor de la plaza, tal como está hoy en día. El proyecto final, acabado a mediados del siglo 19, fue obra del arquitecto Francesc Daniel Molina y estuvo inspirado en las plazas neoclásicas francesas.

Esta plaza era el punto de encuentro de la alta sociedad, esto muestra claramente el esplendor de los edificios que formaban la plaza, junto a las galerías y arcadas. Actualmente es un punto de encuentro de muchas personas diferentes de todas partes del mundo. Posiblemente es uno de los puntos con más vida de Barcelona, tanto de día como de noche, y sin duda es la plaza más visitada de la ciudad.

En el centro de la plaza encontrarás la fuente llamada "las Tres Gracias", una escultura metálica obra de Antoni Rovira i Trias (1876). Las dos farolas son obra de Antoni Gaudí, comúnmente conocidas como las "Farolas de la Plaza Real".