Con menos de 10 años de una vida muy criticada La Rambla del Raval se ha convertido en un lugar de contacto social, especialmente apreciado por los residentes con antecedentes paquistaníes. Es por eso que algunos también lo llaman La Rambla de Pakistán.

El espíritu del antiguo barrio del Raval con su mala reputación coexisten ahora con nuevos edificios y un hotel de 5 estrellas de forma oval. Esta mezcla de lo nuevo y lo viejo es lo que es tan especial en esta rambla.

Los fines de semana se puede visitar el mercado de los diseñadores urbanos y también hay una jaima donde se puede degustar té y pasteles hechos por los residentes árabes del barrio. El mercado está abierto todos los sábados y domingos de 11 a 21hs.

No se puede salir de La Rambla del Raval sin visitar al ilustre gato, obra gigante diseñada por Fernando Botero.