Estos interiores de manzana, fueron planificados por Idelfons Cerdà como grandes espacios verdes comunitarios….pero los intereses económicos, hicieron que la mayoría de estos espacios fueran edificacos. Este es un ejemplo de ello.

La construcción original alojaba un teatro: el Teatro Español, diseñado por el arquitecto Antoni Rovira. Aunque este teatro duró poco, ya que un incendió lo devastó a los pocos años de inaugurado.

El arquitecto Ramon M. Ruidor lo reconstruyó y recibió el nombre de Jardín Español, donde se representaban zarzuelas, arias, conciertos, tómbolas y ferias. No tuvo mucho éxito y cerró poco después.

Como un edificio que no deja de renacer, se transformó en una curtiduría de pieles para zapatos.

Muchos años más tarde, se volvió a transformar en un concesionario de coches de alta gama, para finalmente caer lo más bajo posible y transformarse en un garaje privado.

Gracias a un empresario, este viejo edificio desgastado, volvió a nacer, albergando un fantástico proyecto gastronómico: más de 3.000 m2 para disfrutar de la buena comida y la buena bebida!

La reforma respetó y rehabilitó el techo de bóvedas soportadas por columnas industriales, el pavimento de losas hexagonales y parte de la fachada.