A finales de 1999, Lluís Pasqual presentó el proyecto de La Ciudad del Teatro, para unir bajo este nombre la unión coexistente de todo el equipamiento escénico.

La Ciudad del Teatro aloja un gran conjunto de edificios. Entre ellos muchos destacan de forma especial: En primer lugar, tenemos el Teatro Libre (1976), y el antiguo pabellón dedicado a la agricultura (El Palacio de Agricultura proyectado para la Exposición de 1929). Es también la sede de la misma Compañía Teatral, una referencia mundial y nacional sobre el tema.

Siguiendo con el Mercado de las Flores (1983), el Teatro Municipal, con un concepto muy innovador que tiene de las artes contemporáneas y la danza como columna vertebral, ofrece un horario de obras y actuaciones bastante variadas.

También encontramos el Teatro Griego (1929), de la misma época que el Teatro Libre, un encantador teatro al aire libre de inspiración griega. Fue construido sobre la roca de una antigua cantera, funciona como el centro de atención del Festival Griego de Verano.

El Instituto del Teatro (1913), otro de los edificios, es un centro de enseñanza, obviamente dedicado a los estudios de formación de directores y actores.

Por último, pero no menos importante, está el BTM (Barcelona Teatro Musical, 2001), el escenario para el entretenimiento musical, ubicado en el antiguo Palacio de los Deportes.