Se trata del ejemplo más emblemático del gótico catalán, con un predominio de las líneas horizontales, sin grandes aberturas en las secciones de la pared ni decoraciones. La horizontalidad está presente en todo el edificio con molduras, cornisas y superficies planas, para evitar una excesiva sensación de altura. Las piedras para su construcción se traían en barco o al hombro desde la montaña de Montjuïc.

En cuanto al exterior, en la fachada principal, enmarcada entre dos torres octogonales, forma que también aparecen en las columnas interiores, aparecen las imágenes de San Pedro y San Pablo, con un inseparable rosetón de marcado estilo gótico flamígero del siglo XV. Hay que remarcar también las gárgolas que aparecen en los contrafuertes en la fachada de la calle Santa María, además del reverso de las vidrieras.
Del interior destacar su amplitud de formas y la falta de elementos decorativos. Tiene 3 naves separadas con altas columnas. Las naves laterales miden exactamente la mitad que la central y la anchura total del conjunto es igual a la altura de las naves laterales, mostrando así su armonía.

Una perfecta forma de conocer como se construyó es leyendo la novela de Ildefons Falcones: La catedral del Mar.

Quieres saber algunas curiosidades? Durante la rebelión de 1936, esta iglesia corría la misma suerte que muchas otras de Barcelona: fue completamente incendiada. De allí que hoy nos parezca una iglesia austera.
Existe en una de sus vidrieras el escudo del FCB (Fútbol Club Barcelona). ¿Te atreves a descubrir en cuál de ellas?