Durante el siglo XIX, esta institución fue trasladada a otro lugar, quedando el edificio desocupado durante unos 30 años, al cabo de los cuales el Ayuntamiento de Barcelona aprobó la creación del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (conocida por sus siglas CCCB). Esto formaba parte de un proyecto de rehabilitación integral del barrio del Raval.

El CCCB abrió con una superficie total de 15.000 m2, de los cuales 4.000 se destinaron a galerías de arte. El edificio central incluye espacios polivalentes como el vestíbulo, el patio "Pati de les Dones" y el salón "Mirador". Además, cuenta con salas de conferencias y un auditorio.

El jardín es gratuito siempre, 365 días al año, mientras que durante el verano el CCCB organiza películas al aire libre que siempre cuenta con un alto número de visitantes, tanto turistas como lugareños.