Al igual que otros edificios de la zona (como la Casa Felip, la Casa Burés, el Palacete Casades o el hotel Cotton House), la Casa Calvet fue diseñado para un empresario textil, que tendría su negocio en la planta baja y viviendas en las plantas superiores.

El propietario vivía en la planta principal, de allí que resulte la más lujosa de todo el edificio. Un ejemplo de ello es la tribuna de esta vivienda: decorada con la inicial del apellido del propietario, un ramo de olivo (símbolo de la paz), un ciprés (símbolo de hospitalidad) y el escudo de Cataluña.

Las columnas que flanquean la entrada recuerdan a bobinas de hilo, y constituyen una alusión al negocio textil de Calvet. Antoni Gaudí también diseñó los muebles de la casa del propietario (todos con inspiración orgánicas y natural). Actualmente puedes verlos en la Casa-Museo Gaudí, en el parque Güell.

Este edificio pertenece a la etapa naturalista del genial arquitecto, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, aunque con algunas incorporaciones del barroco.

Una anécdota: La fachada principal era más alta que lo que permitían las normativas. Cuando se le informó a Antoni Gaudí de este problema, con su habitual mal genio se negó a modificar el proyecto, amenazando con cortar horizontalmente el remate de la casa hasta la altura que indicara el Ayuntamiento. ¡Por suerte no fue necesario!

Si deseas disfrutar de otras obras de este arquitecto, no muy lejos de aquí puede visitar la Casa Batlló o la Casa Milà/ La Pedrera.