El primero de los socios de la Editorial Montaner i Simón en construir su palacio fue Francisco Simón (aunque lamentablemente, este palacio no se conserva). Justo a su lado, Ramón Montaner, le encarga las obras del suyo al mismo arquitecto, Josep Domènech i Estapà. Así comienza la construcción del Palau Montaner.

Un descuerdo entre el arquitecto y Ramón Montaner, hace que finalmente el responsable de terminar la obra, fuera el famoso arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner. En el mosaico fachada superior se puede leer 1895, año en que se terminó la construcción.

El palacio sólo tiene dos pisos, y es de un ecléctico estilo Art Nouveau mezclado con estilo italiano. Aspectos destacados de la casa son la escalera de honor bajo una claraboya, los mosaicos de mármol que adornan el suelo, las esculturas (algunas de Eusebi Arnau) y sus jardines.

Desde 1980 es sede de la Delegación del gobierno central en Barcelona y ya no es posible visitarla gratuitamente.