La calle Gran de Gràcia fue para los habitantes del barrio una de las calles más importantes de la villa, había sido influyente para bajar a Barcelona, pero desde su urbanización fueron muchos los que lucharon por conseguir montar sus negocios y establecer allí sus residencias.

Desde entonces, Gran de Gràcia es una importante arteria para la ciudad. Es un lugar tranquilo para vivir y a su vez una calle viva de comercio. Cuenta con más de quinientos establecimientos y con una gran variedad de restaurantes, desde comida rápida hasta un placer gastronómico.

Aunque no a gran escala en la calle Gran de Gracia podemos encontrar edificios modernistas como la Casa Ramón Servent de 1910, la Casa Salvador Castany de 1908 y el Edificio La Caixa, construido en 1905.

El primer sábado de cada mes, por las tardes se convierte en peatonal para poder pasear a pie o en bicicleta, jugar o practicar deportes o simplemente disfrutar de un día de compras.