Entre los años 1858 al 1888, el Ayuntamiento de Barcelona va a impulsar la cobertura de buena parte de los mercados de la ciudad, que hasta esa fecha eran simples espacios abiertos.

Esta inciativa, tenía como objetivo resguardar a las personas de las inclemencias del tiempo y al mismo tiempo, dar un impulso arquitectónico.

La construcción de este mercado estuvo a cargo de Francesc Berenguer i Mestres, colaborador habitual de Antoni Gaudí que no tenía título de arquitecto y por lo tanto sus obras iban siempre firmadas por algún otro arquitecto, en este caso, fué el arquitecto Pasqual Tintorer. En 2009 a través de una ampliación el edificio fue renovado y por lo tanto, tiene una arquitectura moderna que consiste en hierro forjado y baldosas de cerámica.

El Mercado de la Libertad te ofrece variedad de productos tales como carne, pecados, frutas, verduras, plantas y hasta productos para el hogar y ropa.

Sumergirse en los mercados de Gràcia es una experiencia recomendable.